Esa noche, me deslicĆ© en este body rojo, ajustĆ”ndose como una segunda piel. La tenue luz jugaba con las sombras, resaltando cada curva mientras lo esperaba. Su mirada, atrapada entre deseo y asombro, lo decĆa todo. Cada paso hacia Ć©l era un juego de seducciĆ³n, una promesa de lo que estaba por venir. Esa noche quedĆ³ marcada como una fantasĆa cumplida, donde el rojo encendiĆ³ algo mĆ”s que la pasiĆ³n š¦
Convierte esta fantasĆa que tenemos juntos en realidad š«¦, este atuendo, cargado de deseo y memorias es tuyo.
EnvĆo incluido dentro de la repĆŗblica mexicana.